Este año, nuestra revista ha decidido rendir un merecido reconocimiento a la Excelencia en Juegos, honrando a aquellos y aquellas gimnastas que nos han cautivado con su desempeño, independientemente de si obtuvieron o no medallas durante su participación. En esta ocasión, nos complace destacar la figura de Mila Ormachea de Bolivia. Te invitamos a conocer más sobre ella:
En el marco de los Primeros Juegos Bolivarianos de la Juventud en Sucre, Bolivia, la gimnasia ha brillado con luz propia, especialmente gracias al apoyo ferviente del público local, que se congregó en el escenario deportivo para respaldar a los gimnastas bolivianos y aclamar a los representantes de los países bolivarianos.
En este ambiente de entusiasmo y emoción, el equipo femenino de gimnasia artística de Bolivia, integrado por Sara Castellón, Miriam Perez y la excepcional Mila Ormachea, capturó nuestra atención con su gracia y su destacada actuación, particularmente en la disciplina de suelo.
Los inicios de Mila en la gimnasia se remontan a los 6 años, cuando descubrió su pasión por este deporte, abandonando su formación inicial en danza clásica para perseguir su sueño de realizar volteretas y acrobacias. Su formación en Golden Athletics, bajo la tutela de los destacados entrenadores Yaritza Millian y Dariel Fernández, la llevó a dedicar hasta cuatro horas diarias al entrenamiento, enfocándose en perfeccionar sus habilidades y compartir experiencias con sus compañeras de equipo.
Mila brilló especialmente en la disciplina de suelo durante los Juegos Bolivarianos, revelando su admiración por la incomparable Simone Biles, quien es su referencia en este aparato.
A lo largo de su trayectoria, Mila ha acumulado una serie de eventos y competiciones, incluidos torneos internacionales y sudamericanos, como el NoLimits en Panamá en 2019 y la Copa Estrellas Gimnásticas de Costa Rica en 2023, compitiendo en el circuito USAG. Además de aspirar a participar en los Juegos Olímpicos, Mila sueña con formar parte de un equipo universitario en los Estados Unidos, inspirada por la emocionante liga universitaria de la NCAA.
Tras su experiencia en los Juegos Bolivarianos, Mila reflexionó: «Aprendí que la competencia es exigente, y que debo seguir trabajando y esforzándome más para alcanzar mis metas». Con un espíritu dedicado y una determinación inquebrantable, Mila se prepara para su próximo desafío: el Campeonato Panamericano en Santa Marta, Colombia.
En este momento especial, Mila desea expresar su gratitud a Dios por permitirle practicar este hermoso deporte, así como a su familia y amigas por su inquebrantable apoyo.
