Tras la conclusión del primer día de competencias en los Juegos Panamericanos, que incluyeron la final por equipos y la clasificación en la General Individual y por aparatos, uno de los equipos que generó gran expectación fue, sin duda, Cuba. Sin embargo, lamentablemente, no todo transcurrió de manera positiva para los cubanos.
Cuba demostró tener excelentes gimnastas y un alto nivel de dificultad en sus rutinas, pero la falta de definición en ciertos aspectos resultó evidente. La carencia de participación en competencias internacionales, como copas del mundo y eventos internacionales, ha influido en los resultados de los gimnastas.
Al principio, Cuba se posicionaba como uno de los favoritos en los primeros aparatos, pero a medida que avanzaban en la competencia, los resultados fluctuaron. La Barra Fija y el Suelo, en particular, destacaron, pero las recepciones en las salidas y las caídas en las series acrobáticas afectaron a un equipo joven con un gran talento que tiene un amplio margen de mejora en futuros eventos internacionales.
A pesar de los desafíos enfrentados en esta competición, el potencial de este equipo joven es innegable y plantea un futuro prometedor para la gimnasia cubana en los próximos años. Esto se refleja en su clasificación para las finales en la General Individual, donde Diorges Escobar ha destacado, así como en la final de Paralelas, que ofrece una gran oportunidad de subir al podio. Además, el veterano Alejandro De La Cruz ha logrado su lugar en la Final de Anillas.
Cuba está aquí para quedarse, un equipo que se adapta cada vez más a las competencias internacionales y que cuenta con gimnastas de un gran potencial capaces de alcanzar resultados destacados en el futuro.