La Federación Internacional de Gimnasia (FIG) ha decidido esperar hasta el 28-30 de marzo para escuchar al Comité Ejecutivo del Comité Olímpico Internacional (COI) antes de tomar cualquier decisión sobre la prohibición actual de gimnastas de Rusia y Bielorrusia. Esta decisión se ha tomado debido a la preocupación por el cumplimiento de las regulaciones antidopaje por parte de estos países.
La prohibición actual de gimnastas de Rusia y Bielorrusia se implementó en 2019 después de que se descubrieran irregularidades en los resultados de pruebas de dopaje en competencias anteriores. Desde entonces, los atletas de estos países no han podido competir en competiciones internacionales importantes, incluidos los Juegos Olímpicos de 2020 en Tokio.
Se agravó la situación cuando el 24 de febrero de 2022, Rusia inició una invasión a gran escala en Ucrania, que ha sido condenada por gran parte de la comunidad internacional. La invasión ha sido justificada por el gobierno ruso como una «operación de mantenimiento de la paz» para proteger a los ciudadanos rusos y de habla rusa en Ucrania, pero ha sido ampliamente criticada como una violación de la soberanía y la integridad territorial de Ucrania.
En términos deportivos, la invasión ha tenido un impacto significativo en la participación de los atletas rusos en competiciones internacionales. Muchos países y organizaciones deportivas han impuesto sanciones contra Rusia en respuesta a la invasión, lo que ha llevado a la exclusión de los atletas rusos de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022 y de otras competiciones.
En el caso de la gimnasia, los gimnastas rusos han sido excluidos de varias competiciones importantes debido a la prohibición de participación impuesta por la Federación Internacional de Gimnasia (FIG) como resultado de las acusaciones de dopaje sistemático en el deporte ruso. Sin embargo, la invasión de Ucrania ha exacerbado la situación, lo que ha llevado a una mayor exclusión de los atletas rusos en el ámbito deportivo internacional.