

El Figali Conventión Center de la Ciudad de Panamá se transforma esta semana en el epicentro de la gimnasia artística del continente, al recibir a delegaciones de toda América para el Campeonato Panamericano de Mayores 2025. Pero más allá de las estrellas que brillan en los aparatos, un elemento técnico ha captado la atención de especialistas y federativos: el uso de un podio de competencia oficial.
Se trata de una tarima elevada sobre la que se montan todos los aparatos, como la viga de equilibrio, el suelo, las barras asimétricas y los anillos. Esta estructura no es un simple detalle estético: cumple funciones esenciales de seguridad, visibilidad y estandarización técnica. Permite amortiguar impactos, facilita la instalación de equipamiento y ofrece una experiencia más fiel a la de torneos de máxima exigencia, como los Juegos Panamericanos, Mundiales y Juegos Olímpicos.
Esta es la primera vez que Panamá instala un podio de este nivel para un torneo continental, lo que representa un gran paso en términos de infraestructura y profesionalización del deporte. Con el aval de la Unión Panamericana de Gimnasia (UPAG) y la Federación Internacional de Gimnasia (FIG), la organización local ha hecho una apuesta fuerte para que el evento no solo sea competitivo, sino también técnicamente impecable.
“El podio no solo cambia la estética del evento, sino que también permite a los gimnastas competir en condiciones similares a las grandes citas internacionales. Es un avance enorme para nuestra región”, comentó un delegado técnico de la FIG presente en el evento.
Esta mejora logística también contribuye al interés nacional que ha despertado el torneo. Autoridades deportivas, medios y aficionados han mostrado un entusiasmo renovado, al ver que Panamá se coloca a la altura de los grandes organizadores continentales. El podio, entonces, no es solo una estructura de madera y metal: es símbolo de ambición, crecimiento y del compromiso con el alto rendimiento.