

San Salvador fue sede del evento más importante del continente en esta disciplina, acogiendo a gimnastas de países como Brasil, Argentina, México, Estados Unidos, Canadá, Colombia y Ecuador, entre otros. El nivel de competencia fue alto, con rutinas de gran dificultad técnica y talento emergente en todas las categorías.
Una de las actuaciones más destacadas para Ecuador vino de la mano de Joseph Requene, quien compitió en dos modalidades, pero encontró su mejor versión en el doble mini-trampolín senior masculino. Esta categoría reunió a seis atletas: tres argentinos, dos ecuatorianos y un mexicano. Sin embargo, según el reglamento, solo pueden avanzar dos representantes por país a la fase final.
Así, uno de los argentinos fue eliminado tras la ronda preliminar, permitiendo que los cinco mejores —dos argentinos, dos ecuatorianos y un mexicano— avanzaran a la final 1. Desde allí, los cuatro mejores puntajes clasificaron a la final 2, la instancia decisiva.
Una rutina impecable y un lugar en la historia
En esa última etapa, Joseph Requene firmó una sólida presentación y obtuvo 23.600 puntos, lo que le aseguró la medalla de bronce. El podio lo completaron los argentinos Santiago Federico Ferrari, que fue campeón con 28.600 puntos, y Agustín Messuti, subcampeón con 25.000.
Este logro representa un paso significativo para la gimnasia de trampolín ecuatoriana, que continúa desarrollándose con dedicación y constancia, buscando consolidarse en el mapa internacional.
La actuación de Joseph no solo fue motivo de orgullo nacional, sino que también evidenció el progreso de la gimnasia de trampolín en Ecuador y en toda Latinoamérica. Este resultado refleja el talento en desarrollo en la región y subraya la necesidad de seguir fomentando el deporte desde edades tempranas, con más infraestructura, entrenadores capacitados y oportunidades de competencia.
Impulsar el trampolín en todos los países del continente es esencial para que la región continúe ganando protagonismo a nivel mundial.