domingo 18 de mayo de 2025 - Edición Nº3918

Latinoamérica | 25 abr 2025

Panamá 2025: Baja importante en el equipo GAM de Chile

Considerado como el gran nombre del futuro en la gimnasia chilena, Joaquín Álvarez sufrió una grave lesión de rodilla que lo alejará de las competencias por al menos un año. Con la mente enfocada en la recuperación y en su sueño olímpico para Los Ángeles 2028, el oriundo de Quilpué apuesta por volver más fuerte que nunca.


Joaquín Álvarez jamás olvidará el 20 de marzo de 2025. Ese día, lo que parecía una jornada de entrenamiento rutinaria terminó convirtiéndose en un punto de inflexión para el joven talento de la gimnasia chilena. Apodado por algunos como “el nuevo Tomás González”, el atleta de 21 años sufrió su primera gran lesión: rotura de ligamento cruzado anterior, daño en los meniscos y desgarro del sóleo, todo durante la práctica de una salida en anillas.

“Fue un mal aterrizaje. Cuando mi rodilla se salió, supe de inmediato que era algo grave. Literalmente sentí que mi pierna se separó del resto de mi cuerpo”, relata Álvarez, todavía procesando el impacto físico y mental de la situación.

La recuperación será extensa. Estimaciones médicas hablan de seis o siete meses para volver a entrenar a pleno rendimiento, y al menos un año para competir nuevamente. Con ello, Joaquín ha debido tachar de su calendario todas las competencias de 2025: el Panamericano de Panamá, el Mundial de Indonesia, las Copas del Mundo en Francia y Hungría, e incluso el Sudamericano previsto en Chile hacia fin de año.

“Se me vino el mundo encima. Pero mis cercanos me repiten que esto también es una oportunidad para fortalecer la mente. Y quiero creer eso”, admite el gimnasta, que aún tiene fresca la histórica hazaña lograda en el Mundial de El Cairo 2024, donde inscribió su apellido en el Código de Puntuación con una innovadora salida en paralelas: un doble mortal extendido hacia afuera, inédito en la disciplina.

La operación que marcará el inicio formal de su recuperación está agendada para el 22 de abril, luego de varias semanas de seguimiento médico por la inflamación persistente en su rodilla. Mientras tanto, Álvarez continúa con rutinas ligeras de tren superior y adapta su vida universitaria: estudia Ingeniería Forestal en la Universidad Católica y, pese al contratiempo físico, ha podido tomar tres ramos este semestre.

“No entreno ocho horas como antes, solo dos. Las muletas las uso para trayectos largos, pero me manejo bien sin ellas en distancias cortas. Mi objetivo sigue intacto: llegar a Los Ángeles 2028. Para eso, debo tener paciencia y conservar la calma”, afirma con determinación.

Dentro de las buenas noticias, su Beca Proddar —clave para el sustento de su carrera— se mantiene vigente hasta mayo de 2026, y el seguro médico cubrirá la totalidad de los costos de su operación. Razones para mantenerse positivo, en medio del duro golpe.

Álvarez sabe que el regreso será desafiante. Pero también sabe que en la gimnasia, como en la vida, las caídas no definen, sino la forma en que uno se levanta.

Fuente: https://www.encancha.cl/

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