

Sam Phillips no es solo un gimnasta talentoso; es un símbolo de resiliencia y autenticidad. Como el único gimnasta masculino en la Universidad de Nebraska, una institución conocida por su icónico programa atlético pero también por su ambiente conservador, Phillips enfrentó desafíos que van más allá de las barras y los anillos. Su lucha por la visibilidad LGBTQ+ en un entorno hostil es el corazón de Becoming Sam Phillips, un documental que se estrena el 13 de marzo en el Festival de Cine de Omaha.
Phillips, originario del sur de California, llegó a Nebraska con la esperanza de destacar en la gimnasia y promover la inclusión. Sin embargo, pronto descubrió que la universidad no estaba interesada en apoyar su activismo. "No hubo eventos relacionados con el Orgullo, ni siquiera se discutió la posibilidad de organizar uno", relata Phillips. Además, el departamento de atletismo se negó a compartir un video suyo para el Día Nacional de Salir del Armario, y algunos entrenadores mostraron actitudes que iban desde la indiferencia hasta el desprecio.
"Uno de los entrenadores voluntarios se llamó a sí mismo homófobo y me apodó 'azúcar morena'", recuerda Phillips. A pesar de estas adversidades, el gimnasta no se dejó silenciar. "Soy una persona muy espiritual. Vivir con integridad y ser yo mismo al máximo siempre ha sido importante para mí".
A pesar de la falta de apoyo institucional, Phillips dejó una huella imborrable en Nebraska. Su carisma y talento le valieron contratos de NIL (Name, Image, Likeness) con marcas como Adidas, Steve Madden y la línea de Rihanna, Savage X Fenty. Además, su determinación para ser auténtico inspiró a muchos, incluyendo a Katie Stoneburner, una exjugadora de fútbol y documentalista que decidió contar su historia.
"Cuando conocí a Sam, supe que su historia tenía que ser contada", dice Stoneburner. "Es un ejemplo de cómo ser uno mismo, incluso en los entornos más difíciles".
El cortometraje, dirigido por Stoneburner, no solo destaca el ascenso atlético de Phillips, sino también su lucha por la inclusión en un ambiente que no siempre lo aceptó. "Quiero que la gente se sienta inspirada para ser su auténtico yo", explica Stoneburner. "Cuando eres auténtico, eres más feliz y puedes marcar una gran diferencia en el mundo".
Para Phillips, el documental es una oportunidad para enviar un mensaje de amor y humanidad. "Estamos tan atrapados en el ruido de la política que a veces olvidamos lo que significa ser una buena persona. Liderar con amor es todo lo que pedimos".
Hoy, Phillips estudia en la Universidad de Illinois, un campus mucho más progresista, donde finalmente se siente apoyado. "Ahora sé lo que es ser valorado por quienes soy", dice. Con una plataforma más grande que nunca, Phillips continúa abogando por la inclusión y la visibilidad LGBTQ+ en el deporte.
"Cuando era niño, ver a alguien como yo sobresalir mientras era auténtico me habría ayudado mucho. Quiero que los niños más pequeños sepan que está bien ser ellos mismos. No hay límites".
Becoming Sam Phillips no es solo la historia de un gimnasta; es un recordatorio de que la autenticidad y el amor pueden superar cualquier adversidad. No te pierdas su estreno este 13 de marzo.