viernes 21 de febrero de 2025 - Edición Nº3832

Mundial | 14 feb 2025

Fin de una era

Irina Viner renuncia como entrenadora principal de la gimnasia rítmica rusa en medio de rumores de tensión con Alina Kabaeva

La legendaria entrenadora, considerada una de las más exitosas de todos los tiempos, deja su cargo tras más de dos décadas al frente del equipo nacional, en un contexto de presuntas disputas con su ex protegida y figura clave del deporte ruso, Alina Kabaeva.


Irina Viner, la emblemática entrenadora de gimnasia rítmica rusa, anunció este miércoles su renuncia como entrenadora principal del equipo nacional sin ofrecer una explicación clara, lo que ha desatado especulaciones sobre una posible lucha de poder con su exalumna, Alina Kabaeva, quien ha sido vinculada sentimentalmente con el presidente Vladimir Putin.

"La gimnasia rítmica es mi vida y estoy agradecida de haber contribuido al desarrollo de este hermoso deporte", declaró Viner a través de la agencia de noticias rusa Interfax. La entrenadora de 76 años añadió que ahora se enfocará en una "nueva tarea igualmente importante": transmitir su vasta experiencia a los entrenadores que formarán a las futuras estrellas de la disciplina.

Viner, quien ha dirigido el equipo nacional ruso desde 2001, es una figura icónica en el mundo de la gimnasia rítmica. Además de ser la ex presidenta de la Federación Rusa de Gimnasia Rítmica y ex vicepresidenta del Comité Técnico de la Federación Internacional de Gimnasia (FIG), ha entrenado a numerosas campeonas olímpicas y mundiales. En 2015, se convirtió en la primera entrenadora de gimnasia en recibir la Orden Olímpica, un reconocimiento a su extraordinaria trayectoria.

Sin embargo, su salida se produce en un contexto de tensiones con Alina Kabaeva, su ex protegida y medallista de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Kabaeva, de 41 años, ha sido considerada durante mucho tiempo como la pareja romántica de Vladimir Putin y ha ganado una influencia significativa en el deporte ruso en los últimos años. Según informes, ambas habrían tenido un enfrentamiento durante los Juegos BRICS inaugurales en junio de 2024, donde Kabaeva dirigía a un equipo de su academia privada, "Sky Grace", que compitió como un "estado separado". Durante el evento, Viner habría acusado a la juez principal, Aysel Gasanova, de colaborar con Kabaeva, lo que derivó en una confrontación verbal entre las dos figuras.

Poco después de este incidente, el Ministerio de Deportes de Rusia disolvió la Federación Panrusa de Gimnasia Rítmica, de la cual Viner era presidenta desde 2008, y la removió del Consejo para el Desarrollo de la Cultura Física y el Deporte. Este hecho se suma a la suspensión que la FIG impuso a Viner en 2023 por criticar abiertamente a los jueces tras los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, calificando los resultados de "escandalosamente injustos". La sanción, que la apartó de las competiciones internacionales durante dos años, marcó un punto de inflexión en su carrera.

La relación entre Viner y Kabaeva ha sido objeto de especulación durante años. Se dice que fue Viner quien presentó a Kabaeva a Putin, y desde entonces, la exgimnasta ha gozado de un estatus privilegiado en el ámbito deportivo ruso. En 2022, The Wall Street Journal informó que Kabaeva y Putin tienen al menos tres hijos juntos, aunque el Kremlin nunca ha confirmado esta información.

Tras el anuncio de la renuncia de Viner, Kabaeva publicó un mensaje en el sitio web de su academia, "Sky Grace", en el que elogió los logros de su ex mentora. "La salida de Irina Viner no es solo el fin de una era, es la pérdida de toda una época en la gimnasia rítmica. A lo largo de los años, no solo ha formado a campeonas destacadas, sino que también ha creado una escuela única que se ha convertido en un modelo a seguir en todo el mundo", escribió Kabaeva.

"Su talento, sabiduría y dedicación han inspirado a muchas atletas femeninas, y su influencia en el deporte no se puede subestimar. Irina es un símbolo de fuerza, gracia y búsqueda de la perfección. Nos regaló momentos inolvidables de triunfo y orgullo, y sus logros permanecerán para siempre en la historia. Le agradecemos todas las lecciones que nos ha dado y la belleza que ha aportado al mundo de la gimnasia rítmica", concluyó el mensaje.

Con la salida de Viner, la gimnasia rítmica rusa cierra un capítulo dominado por una de las figuras más influyentes de su historia, mientras se abre un nuevo período lleno de incertidumbre y expectativas.

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