Argentina.- Durante los últimos días de enero de 2025, el Centro de Alto Rendimiento de Buenos Aires se convirtió en el epicentro de la gimnasia juvenil argentina. Allí, 16 gimnastas provenientes de varios provincias del país, acompañados por sus entrenadores, participaron en un campus de entrenamiento diseñado para potenciar sus habilidades y definir su preparación de cara a los desafíos que les depara el año.

El evento no solo fue una oportunidad para el desarrollo técnico y físico de los jóvenes, sino también un espacio para conectarse con la historia y los referentes de su deporte. Entre los invitados especiales destacó la presencia de Raimundo Blanco, una leyenda de la gimnasia de Argentina y un nombre que resuena tanto en su país como en Brasil, donde contribuyó significativamente al crecimiento de la disciplina.

La huella de una leyenda

Raimundo Blanco, quien formó parte del seleccionado nacional a finales de los 70 y principios de los 80, y luego se destacó como entrenador, compartió sus conocimientos durante los cuatro días del campus. Para muchos de los jóvenes gimnastas, esta fue la primera vez que escucharon hablar de Blanco y su legado. Sin embargo, al conocer su trayectoria y aportes, no tardaron en inspirarse y enriquecer su visión del deporte.

"Es un honor tener a alguien como Raymundo aquí. Su experiencia y pasión por la gimnasia son contagiosas. Los chicos no solo aprendieron técnicas, sino que también entendieron la importancia de la dedicación y el amor por lo que hacen", comentó uno de los entrenadores presentes.

Preparando el camino para 2025

El campus no solo fue un espacio de entrenamiento, sino también una plataforma para planificar el año. Gracias al Programa DAR quien comanda en la Gimnasia Fernando Molinari, junto Sergio Alvariño responsable de la Artística Masculina del Programa afinaza el  trabajo en un Desarrollo de Alto Rendimiento para los futuros eventos como los Juegos Olímpicos de la Juventud.

"Es muy satisfactorio poder reunir a estos jóvenes talentos al inicio del año. Este campus nos permite marcar la pauta y asegurarnos de que estén preparados para los desafíos que vendrán", explicó Alvariño.

El evento contó con el apoyo del programa DAR (Desarrollo de Alto Rendimiento), CENARD (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo), y la Confederación Argentina de Gimnasia, instituciones claves en el desarrollo del deporte. Su asistencia fue fundamental para garantizar que los gimnastas tuvieran acceso a los recursos necesarios para su preparación.

Una generación con grandes expectativas

Los jóvenes participantes, emocionados por la experiencia, demostraron un nivel de compromiso y talento que promete un futuro brillante para la gimnasia argentina. "Estamos viendo a una generación que tiene todo para destacar a nivel internacional. Con el apoyo adecuado y la guía de referentes como Riymundo Blanco, el futuro es muy prometedor", agregó Alvariño.

El campus no solo dejó lecciones técnicas, sino también un mensaje claro: la gimnasia argentina está en buenas manos, y el camino hacia los próximos Juegos Olímpicos y Campeonatos Mundiales comienza con eventos como este.