viernes 27 de diciembre de 2024 - Edición Nº3776

Mundial | 25 dic 2024

La Gimnasia esta cambiando la vida de jovenes en Uganda

Desde las calles de Katwe, uno de los barrios más desfavorecidos de Kampala, Eric Mayanja persigue su sueño de ser gimnasta profesional con una pasión inquebrantable, inspirado por la leyenda Simone Biles.


En un espacio abierto de Katwe, Uganda, Eric Mayanja practica volteretas sobre unas colchonetas viejas. A sus 17 años, este adolescente comparte una pasión desbordante por la gimnasia con su ídola, Simone Biles. Aunque las circunstancias no podrían ser más diferentes, ambos encarnan la perseverancia y el amor por este deporte.

Eric descubrió la gimnasia hace apenas tres años, pero rápidamente se convirtió en su refugio y motor. “Me encanta venir aquí, porque hacer gimnasia ha sido mi sueño desde la infancia”, confiesa mientras entrena descalzo en el Kataka Arts Gymnastics Club, una iniciativa que ofrece formación gratuita a niños y jóvenes de la comunidad.

Una comunidad que gira alrededor de la gimnasia

El club, liderado por el entrenador autodidacta Lugolobi Faizo, reúne a unos 60 jóvenes de entre 4 y 17 años. “Fue durante la pandemia cuando empezamos las clases de gimnasia para los niños”, explica Faizo, quien también es acróbata. Según él, la gimnasia no solo es una forma de expresión física, sino una herramienta para enseñar disciplina y demostrar que los sueños son alcanzables incluso en condiciones adversas.

En Katwe, donde la mayoría de las familias lucha por salir adelante, los niños encuentran en la gimnasia una manera de superar sus limitaciones y mirar hacia un futuro mejor. Entre risas y gritos de entusiasmo, practican maniobras acrobáticas que denominan “somers”, la abreviatura local para volteretas.

Transformar sueños en realidad

El camino de Eric Mayanja es inspirador no solo por los obstáculos que enfrenta, sino también por su dedicación. Sus entrenamientos al aire libre, con recursos mínimos, son un testimonio del poder de la resiliencia y la pasión. A pesar de no tener un gimnasio o equipos profesionales, su sueño de convertirse en un gimnasta de élite sigue vivo.

Para Eric, la figura de Simone Biles es un faro de esperanza. "Quiero ser como ella", dice con convicción, mientras su mirada se ilumina al hablar de su ídola.

La historia de Mayanja y el Kataka Arts Gymnastics Club demuestra cómo el deporte puede convertirse en un puente hacia el cambio social, incluso en los lugares más desafiantes.

Fuente: Olympics

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