En Cuenca, Ecuador, un equipo de 16 gimnastas adultos continúa entrenando regularmente, manteniendo vivo un sueño: demostrar que la gimnasia no tiene límites de edad. Su historia es una mezcla de dedicación, desafíos y amor por un deporte que, aunque demandante, sigue ocupando un lugar especial en sus corazones.

Un equipo con historia y legado
La mayoría de los integrantes (mayores de 40 años) son padres de familia, liderados por un entrenador de 62 años que además es abuelo. Aunque pocos de sus hijos han seguido sus pasos en la gimnasia, su ejemplo ha inspirado a las nuevas generaciones en una ciudad que ya respira deporte de manera natural. "Cuenca tiene una cultura deportiva muy fuerte; es común ver a personas corriendo, andando en bicicleta o practicando actividades físicas en los parques", comentan.

La gimnasia en Cuenca y su evolución
A pesar de la pasión, reconocen que el nivel actual de gimnasia en la provincia aún no alcanza el punto al que llegaron en sus mejores épocas. Sin embargo, tienen fe en el crecimiento del deporte. "En los últimos años, las nuevas generaciones han tomado mucha fuerza. En unos años, veremos prospectos y competidores de gran nivel en todo el país", aseguran.

Un reto intergeneracional
El equipo ha intentado fomentar competencias amistosas de gimnasia para personas mayores de 40 años en Ecuador, pero se han encontrado con obstáculos. "La gimnasia requiere dedicación, tiempo y disciplina. Muchas personas que nos visitan optan por otros deportes menos exigentes", explican. Aun así, no pierden la esperanza y han extendido sus conexiones más allá de las fronteras.

En noviembre, contactaron a un grupo de gimnasia en Estados Unidos y realizaron un entrenamiento conjunto. Este intercambio ha sido tan motivador que ya están planeando visitarlos en Cleveland, Ohio, en 2025 para entrenar nuevamente y fortalecer lazos internacionales.

El anhelo de competencias para mayores
"Estamos de acuerdo en que deben realizarse competencias de gimnasia para personas mayores de 40 años. Lamentablemente, se cree que la gimnasia termina a una edad muy temprana, pero siempre la llevamos en el alma. Qué mejor manera de recordar esos buenos momentos que practicando lo que amamos", reflexionan.

Una invitación al desafío
Con su ejemplo, este grupo de gimnastas invita a otros a unirse y desafiar los límites del deporte. Aunque la respuesta ha sido limitada, siguen inspirando con su constancia y pasión, mostrando que la gimnasia no es solo un deporte, sino un estilo de vida que trasciende edades.