Los Juegos Nacionales de Argentina continúan destacándose no solo por la competencia en sí, sino también por iniciativas que enriquecen la experiencia de sus participantes. Un día después de las competencias, la organización reúne a todos los gimnastas para un evento de campus de entrenamiento, donde un equipo de entrenadores expertos ofrece clases especializadas en cada aparato.

Esta actividad no solo busca fortalecer las habilidades técnicas y tácticas de los atletas, sino que también brinda la oportunidad de aprendizaje a los entrenadores, quienes pueden compartir y adoptar nuevas metodologías de entrenamiento que luego aplicarán en sus respectivas provincias. Al participar en estas sesiones prácticas, tanto gimnastas como entrenadores obtienen herramientas clave para su desarrollo deportivo, beneficiando el progreso general de la gimnasia en el país.

Además del entrenamiento, el campus de los Juegos Nacionales se convierte en un momento especial de socialización. Gimnastas de diferentes regiones se conocen, comparten experiencias, y forjan lazos de amistad que perduran más allá de la competencia. Para los entrenadores, es una ocasión propicia para afinar detalles técnicos, intercambiar experiencias, y establecer acuerdos que les permitan alinear sus objetivos de desarrollo.

Este cierre de los Juegos Nacionales es, sin duda, una apuesta que trae nuevas esperanzas para la gimnasia argentina, ya que fomenta no solo el rendimiento, sino también un espíritu de unidad y colaboración entre provincias.

Quiero agradecer a toda la organización de Gimnasia Artística de los Juegos Nacionales que me dieron las facilidades para realizar nuestro trabajo periodistico en este evento que no ha dejado sorprendidos en especial a los directores de las competencias, Marina Lamanda y Juan Carlos Pinto. Además de todos los gimnastas que estuvieron predispuestos a charlar y contar sus experiencias y sobre todo ganarse varios stickers.