La gimnasia colombiana está atravesando uno de sus momentos más prometedores, con resultados que no solo destacan a nivel continental, sino que también inspiran a las generaciones presentes y futuras. El desempeño de gimnastas como Ángel Barajas ha sido una muestra de lo que el arduo trabajo y la dedicación pueden lograr. Este 2024 ha sido, sin duda, un año de sacrificios, con giras internacionales en busca de la clasificación olímpica tanto para Jossimar Calvo como para Barajas. Los retos han sido constantes: después de París, vinieron los campamentos y los Campeonatos Nacionales, donde figuras emergentes como Ginna Escobar, Daria Lamadrid, Jose y Andrés Martínez, Christopher Bohorquez y Dilan Jiménez jugaron un papel clave en el Campeonato Panamericano, asegurando que el nombre de Colombia siga resonando en el mundo de la gimnasia.

Este año ha dejado una pausa estratégica para planificar el 2025, un año que se anticipa intenso, con un ciclo olímpico cargado de competiciones y eventos clave. Los gimnastas colombianos se preparan para enfrentar nuevos desafíos, con la mirada puesta en mantener y superar el nivel que han alcanzado hasta ahora.

En el Campeonato Sudamericano de Aracaju, que se celebra en Brasil, Colombia tendrá la oportunidad de seguir mostrando su crecimiento en la gimnasia artística masculina. Danil Villa y Juan Felipe Ramos son dos jóvenes promesas que se han ganado un lugar importante en el seleccionado. Villa, de 20 años y originario de Antioquia, ha ido sumando nivel desde sus etapas infantiles y juveniles, logrando resultados notables a lo largo de su carrera. Por su parte, Ramos, deportista de Bogotá que se destacó en los Juegos del Eje Cafetero, representa la nueva generación que está pisando fuerte en la escena internacional.

En la gimnasia artística femenina, Colombia sigue trabajando en fortalecer su hegemonía sudamericana. El equipo completo que participará en Aracaju está conformado por Nataly Rodríguez, actual campeona nacional, junto a Juliana Ochoa, Naycilis Padilla, Alix Sánchez y Angueline Miranda. Este grupo combina experiencia y juventud, mostrando el avance constante de la gimnasia femenina colombiana, que busca destacarse en las futuras competencias internacionales y dejar una huella en este nuevo ciclo.

El 2025 se perfila como un año crucial, con el ciclo olímpico marcando el camino a París 2024, pero también a muchas otras competiciones que servirán de preparación y consolidación. El equipo colombiano tiene la ventaja de contar con una mezcla de veteranos y nuevos talentos, y con una estructura sólida de trabajo que sigue dando frutos.

La gimnasia es un deporte que exige constancia, precisión y mucha dedicación, pero también deja espacio para soñar. El esfuerzo de estos atletas es una inspiración no solo para ellos mismos, sino para todo un país que los apoya. El camino a la gloria está lleno de desafíos, pero con el enfoque y el compromiso que han demostrado, Colombia tiene todo para seguir alcanzando grandes logros. Cada nuevo paso es un avance hacia un futuro lleno de éxitos.