El gimnasta italiano Nicola Bartolini, campeón mundial de suelo en el Campeonato del Mundo de 2021, fue víctima de un intento de robo en las afueras de su casa en Milán. Bartolini, que también fue parte del equipo italiano que finalizó sexto en los recientes Juegos Olímpicos de París, relató en sus redes sociales el angustiante episodio que vivió mientras sacaba a su perro una noche.

“Milán es una ciudad que da miedo. No hay seguridad en esta jungla de ciudades, todos los días pasan todo tipo de cosas”, comenzó Bartolini, refiriéndose a la creciente inseguridad en la capital lombarda. Según cuenta, fue atacado por un hombre que lo agarró por el cuello y exigió que le entregara su celular. El asalto incluyó un puñetazo en la cara para intimidarlo.

Lejos de quedarse inmóvil, Bartolini decidió enfrentar al agresor. Aunque recibió un fuerte golpe en la frente, logró recuperarse, y según explicó al Corriere Della Sera, terminó derribando al ladrón y golpeándolo varias veces. “Mi pobre agresor seguramente tuvo más mala suerte”, añadió con ironía el gimnasta, quien acompañó su relato con una foto que mostraba una herida en la mano y un bulto en la frente, secuelas del incidente.

Bartolini, de 28 años, vive en Milán desde que tenía 13, cuando se trasladó para entrenar en el Centro Técnico Federal. Sin embargo, la experiencia lo dejó reflexionando sobre la inseguridad que afecta a la ciudad y la vulnerabilidad de otras personas. "No sé cómo habría terminado si le hubiera pasado a una mujer o a una niña", señaló, dejando en evidencia su preocupación por la falta de seguridad en las calles.

Aunque Bartolini enfatizó que los bienes materiales son secundarios, confesó que lo que más lo afectó fue la sensación de que un extraño invadió su espacio y trató de dañarlo. "Saber que alguien agredió algo mío realmente me enferma", concluyó.

Este incidente no solo refleja la valentía de Bartolini, quien no dudó en defenderse, sino que también reabre el debate sobre la seguridad en Milán, una ciudad que, según el gimnasta, parece volverse más peligrosa con el paso del tiempo.