México.- Lo mandaron al encuentro de su destino por “estar un poco gordito”.
Luis Ignacio Zarate Castillo practicaba gimnasia artística en el Club de Gimnasia de Ensenada, espacio en el que ha desarrollado su carrera el olímpico Daniel Corral, cuando un entrenador le sugirió probar suerte en otra modalidad, una que le acomodaba más.
Y así llegó al trampolín.
A cuatro años de esa experiencia, el gimnasta vacaciona en Ensenada, su ciudad natal, de donde partió al CNAR en la Ciudad de México, sede de sus entrenamientos en ruta a los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires, Argentina.
“Empecé en gimnasia artística y de ahí me preguntaron si me interesaba ir a trampolín por lo del peso; acepté y tuve como entrenador al exgimnasta Kalo Traslosheros y luego me entrenó el ruso Igor Lechtchenko”, relató.
En 2015 fue a su primera Olimpiada Nacional, “pero los buenos resultados llegaron en 2016 con un bronce individual, y en 2017 gané plata por equipo y otro bronce individual”.
“Después de la Olimpiada de 2016 me invitaron y no lo dudé porque era la oportunidad que esperaba de representar a mi país y entrenar con los mejores de México”, agregó.
En la actualidad es entrenado por Luis del Rosario, técnico “ha tenido gimnastas entre los mejores del mundo”.
“Hay un equipo muy unido, ambiente solidario entre todos; somos alrededor de 15 o 16 personas, yo el único de Baja California”, precisó.
En el CNAR, “tenemos todo, ahí estudio y me preparo para el Mundial de Sofía, Bulgaria, del 9 al 19 de noviembre”.
“Allá buscaré avanzar a un clasificatorio panamericano a los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires, que sería la meta internacional que tengo”, refirió.
A un año de esa competencia, “la motivación está al tope y la evolución va por buen camino”.
“Ha sido difícil estar lejos de mi familia, pero me he adaptado porque tengo las metas bien claras como atleta”, apuntó.
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