El gimnasta ucraniando Illia Kovtun usó una camiseta con el mensaje «stop war» durante el entrenamiento en el podio en el Campeonato Mundial de Gimnasia Artística en Liverpool.
Kovtun, medallista de bronce en el Campeonato Mundial del año pasado, fue fotografiado vistiendo la camiseta con los colores nacionales ucranianos amarillo y azul.
Rusia y su aliado Bielorrusia no están compitiendo en los Campeonatos del Mundo como parte de las medidas de la Federación Internacional de Gimnasia (FIG) implementadas en respuesta a la invasión de Ucrania, en línea con las recomendaciones del Comité Olímpico Internacional.
La FIG publicó un nuevo Código de Conducta que describe los estándares de comportamiento esperados de todos los participantes en el deporte, que incluía una prohibición explícita de «cualquier tipo de demostración o propaganda política, religiosa o racial en cualquier competencia de gimnasia».
Podcast GymCastic informó que la FIG apoyó los sentimientos expresados por Kovtun, pero le pidió a la Federación de Gimnasia de Ucrania que no usara la camiseta, ya que no está permitido por el Código de Conducta.
Sin embargo, el atleta no ha recibido ninguna sanción.
La actualización del Código de Conducta de la FIG se produjo después de un incidente en la Copa Mundial de la FIG en Doha en marzo, el último evento en el que los atletas rusos y bielorrusos pudieron competir bajo una bandera neutral antes de que se introdujera una prohibición total.
Gymnast from Ukraine during today’s podium training. ???? pic.twitter.com/mvFqxmB8Gu
— André Dias Ferreira (@dedecow) October 29, 2022
El gimnasta ruso Ivan Kuliak usó la letra «Z», un símbolo asociado con la operación militar en Ucrania, en su camiseta durante la competencia y también durante la ceremonia de entrega de medallas para las barras paralelas.
Desde entonces, la Fundación de Ética de la Gimnasia lo ha sancionado durante un año por su acción, aunque esto se suma a las medidas existentes contra los atletas rusos.
La FIG también ha generado controversia por su decisión de permitir que Rusia y Bielorrusia asistan a su Congreso en Estambul.
La reunión se trasladó de Sandefjord en Noruega después de que se negara a recibir delegados de ambos países, y al menos siete federaciones nacionales europeas planean boicotearla.
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