Ya, que conocemos quién es Hardy Fink, a través de este blog, vamos a exponer un poco su carta en idioma español sobre la crítica de las «eliminatorias mundialistas continentales» que propuso la FIG y que justamente este año se realizaron por primera vez.
«La experiencia de clasificarse para un Campeonato Mundial de acceso restringido masivo en Liverpool ha centrado cada vez más las críticas sobre el Reglamento Técnico que impuso este proceso ahora y en el futuro previsible» es el inicio de la Carta, donde expresa una fuerte contra que no es la primera vez, ya lo había hecho anteriormente donde expresó: «escribí por dos razones: esperaba que el Ejecutivo y el Consejo de la FIG reconsideraran antes de votar nuevamente por tales regulaciones. Y, en su defecto, esperaba que motivara a las federaciones a hacer contrapropuestas en el Congreso» lastimosamente no ser dieron.
Pero ¿por qué afecta a las Federaciones, sobre todo a las de países pequeños, en muchos casos los de América Latina? «Esta decisión mal razonada impactó y seguirá impactando negativamente a todas las federaciones. Afecta financieramente a las federaciones, las afecta a nivel de desarrollo, las afecta a nivel de aspiraciones y va en contra de la filosofía de protección, bienestar y salvaguardia de las/los gimnastas.»
Para el Congreso de la FIG que hubo recientemente, los países volvieron a dar su voto positivo por esta acción, nadie puso su voz en contra.
Parte de la carta que se la puede descargar aquí para que la puedan leer completa
La injusticia de la clasificación continental
Mi carta de abril, me refería a 1994, la única vez que esto se hizo para un Campeonato Mundial y la «promesa» de nunca volver a hacerlo. Y me refería al costo para las federaciones. Y me referí a condiciones de juzgamiento desiguales.
Miremos más de cerca el costo (dinero, tiempo, estrés, recursos) para las federaciones con el ejemplo de Canadá que tuvo que clasificarse en Río de Janeiro. Las gimnastas entrenan en centros desde Vancouver hasta Halifax, cuatro zonas horarias y 4500 kilómetros de distancia. El equipo debe reunirse en Toronto (5 horas de vuelo desde Vancouver, 2 horas desde Halifax) porque no hay otros vuelos directos a Río; y luego volar 12 horas a Río. Vale la pena señalar que es fácil volar directamente a Inglaterra desde cualquier gran ciudad canadiense (9 horas desde Vancouver, 5 horas desde Halifax) y reunirse allí. El costo total de la clasificación de la delegación canadiense en Río fue de más de $60,000. ¿Ayudará la FIG a pagar este costo que impuso?.
Y las reglas requieren que esto se haga nuevamente en 2023, 2026 y 2027. ¿Ayudará la FIG a pagar este ¼ de millón de dólares? Estimo de manera conservadora que 50 equipos querrían clasificarse a un costo promedio de $20,000 (y probablemente el doble para los no europeos), lo que representaría un millón de dólares colectivos para clasificarse para cada Campeonato Mundial. ¿Ayudará la FIG a pagar este millón de dólares que impuso sin pensar a las federaciones por cada uno de los cuatro años? Y después de esos costos, las federaciones aún deben pagar para asistir a los Campeonatos del Mundo.
FIG ha hecho del acceso al Campeonato Mundial una cuestión de privilegio económico
El tiempo de viaje, el desfase horario, el entrenamiento subóptimo e interrumpido, el estrés adicional para alcanzar el punto máximo para otra competencia importante y competir un tiempo adicional, todo agrega problemas para las gimnastas. El ajetreado calendario de competencias internacionales a menudo ha sido motivo de preocupación; pero aparentemente no cuando la FIG decide que todos deben competir, pagar y viajar a una competencia importante más. Esto no está centrado en la gimnasta e ignora su bienestar.
Y para empeorar las cosas, esto ha eliminado la libertad de las federaciones para determinar cómo quieren usar los Campeonatos Continentales: no vayan, envíen solo individuos, envíen un equipo más joven o con menos experiencia, prueben nuevas rutinas, etc. Y eliminó su capacidad de decidir cuál es la mejor manera de asignar los presupuestos de sus selecciones nacionales.
Otro problema es que la calificación continental no proporciona las mismas condiciones para todos. De lo contrario, se podría utilizar la clasificación por resultados continentales en lugar de un sistema de cuotas. Pero todos sabemos que eso no podría funcionar. Como prueba, considere los resultados de este año para MAG. El tercer equipo con mayor puntuación de la clasificación fue Turquía. Nueva Zelanda y Finlandia se habrían clasificado. Canadá, que se ubicó en el décimo lugar (por delante de Turquía), en el puesto 27, no habría clasificado y tampoco Colombia.
Curiosamente, ocho equipos que nunca habían estado entre los 24 primeros se clasificaron para el Liverpool, mientras que 21 equipos que habían estado entre los 24 primeros en el pasado no pudieron estar allí. ¿Cuál es el verdadero ranking mundial? No son los resultados del Liverpool. La situación es similar para muchas gimnastas meritorias excluidas por cuotas continentales injustificables.
Si crees que estas en contra de estas y todas las declaraciones de Hardy Fink, necesitamos leer tus argumentos para poder exponerlos y saber más que todo los beneficios de los que podríamos tener en el futuro para la gimnasia de América Latina.